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Colegios en concesión : ¿lo último en guaracha?

Serios cuestionamientos a este modelo.

Casi un billón de pesos. Ese es el monto de las vigencias futuras que el Concejo de Bogotá acaba de aprobarle a la Administración Peñalosa para contratar la operación de 22 colegios públicos bajo la modalidad de concesión. Colegios cuya infraestructura en su momento fue construida por la ciudad con recursos públicos. Ello, otra vez, bajo la promesa de mejorar la calidad en la educación de los casi 50 mil niños y jóvenes que acuden a estos establecimientos educativos.

Esta modalidad surgió en el primer gobierno de Enrique Peñalosa (1998/2000), aunque se inspiró en el polémico modelo español de “educación concertada” de los gobiernos socialistas en tiempos de Felipe Gonzales en la década de los ochenta. Se acudió al supuesto ideológico de que lo público en manos públicas siempre resulta mal administrado. O a razones más pragmáticas y fiscales como que era un camino para resolver al mismo tiempo bajas coberturas y mala calidad en la oferta pública educativa, porque evitaba ampliar la planta docente y directiva que requerían los nuevos equipamientos educativos. Se vendió la ilusión de que los colegios privados servirían de ejemplo o transferirían a los públicos sus modelos de gestión y sus prácticas pedagógicas probadamente de mejor calidad.

Los defensores del modelo de colegios de concesión no aceptan que se ponga en duda la calidad de la educación que se imparte en ellos. Ciegamente defienden sus virtudes. Y se apoyan para ello en los estudios que comparan el desempeño de estos colegios con los clásicamente oficiales. Incluso, la administración Petro contrató con la Universidad Nacional una evaluación más afinada, que contrastó el comportamiento de varios indicadores en colegios públicos respecto a colegios en concesión, siempre y cuando tuvieran características más o menos similares de ubicación geográfica, composición socioeconómica de sus alumnos, entornes escolares, entre otros. El resultado no fue una diferencia significativa entre unos y otros, y se observó más bien una distancia cada vez menor entre educación pública y educación concesionada.

Hay una comparación que nunca se ha hecho y que demostraría que los colegios en concesión no son lo “último en guaracha” para mejorar la calidad de la educación pública de Bogotá. Si contrastamos el desempeño en las pruebas saber 11 del año 2015 de los colegios privados seleccionados en las concesiones con los colegios distritales que se encuentran bajo su gestión los resultados son realmente desalentadores. Miremos varios casos: El colegio San Carlos ocupó en dichas pruebas el lugar número 7, mientras que el Colegio Jaime Garzón entregado en concesión para su operación ocupó el puesto 1951. El Nueva Granada tuvo el lugar 82 mientras que el Colegio Argelia Banco Popular bajo su responsabilidad tuvo el puesto 1975. El colegio Calasanz tuvo el puesto 123, mientras que el Calasanz Buenavista estuvo en el 1453. El Colegio Los Nogales ocupó el puesto 3, mientras que el colegio La Libertad Santiago de Las Atalayas tuvo el puesto 2.601. Para demostrar que ello es un común denominador en todos los casos anexamos el siguiente cuadro comparativo.

Colegios en Concesión Saber 11 Colegios privados de los concesionarios Saber 11
COLEGIO JAIME GARZÓN (IED) 1951 San Carlos 7
COLEGIO ARGELIA BANCO POPULAR (IED) 1975 Nueva Granada 82
COLEGIO CALASANZ (BUENAVISTA) (IED) 1453 Colegio Calasanz 123
COLEGIO LA LIBERTAD SANTIAGO DE LAS ATALAYAS (IED) 2601 Los Nogales 3
COLEGIO COLSUBSIDIO SAN VICENTE (IED) 2423
COLEGIO LA SALLE JUAN LUIS LONDOÑO (IED) 2173 Colegio Colsubsidio Sede Norte Principal 400
COLEGIO DON BOSCO III (IED) 4263 Colegio Salesiano de León XIII 873
COLEGIO GIMNASIO SABIO CALDAS (IED) 2431 Gimnasio Moderno 151
COLEGIO FE Y ALEGRÍA JOSÉ MARÍA VELAZ (IED) 1823 Colegio San Ignacio Del Oyola 462
COLEGIO COLSUBSIDIO NUEVA ROMA (IED) 2552 Colegio Colsubsidio Chicala 507
COLEGIO MIRAVALLE (IED) 2035
COLEGIO DON BOSCO II (IED) 3938 Colegio Salesiano Juan Del Rizzo 2115
COLEGIO COLSUBSIDIO TORQUIGUA (IED) 2023 Colegio Colsubsidio Ciudadela 355
COLEGIO CAFAM LA ESPERANZA (IED) 3938 Colegio Salesiano Juan Del Rizzo 2115
COLEGIO DON BOSCO IV (IED) 3374 Colegio Salesiano Leon XIII 2643
COLEGIO CAFAM BELLAVISTA (IED) 8852 Colegio Cafam Campestre 784
COLEGIO LA GIRALDA (IED) 2159
COLEGIO DON BOSCO V (IED) 2286
COLEGIO FE Y ALEGRÍA SAN IGNACIO (IED) 2081 Colegio Fe y Alegria San Luis Gonzaga 1701

COLEGIO CAFAM LOS NARANJOS (IED) 9472 Colegio Cafam 7444
COLEGIO COLSUBSIDIO LAS MERCEDES (IED) 2322
COLEGIO CAFAM SANTA LUCIA (IED) 1913 Colegio Cafam 7597
Evidencias demuestran que la mejora en la calidad de los colegios públicos clásicos no deriva del impacto de la educación concesionada. Los colegios en concesión sólo representan el 4.13% del total de los colegios distritales. Con ese peso marginal, atribuirle a los concesionarios la mejora en la calidad de los colegios oficiales no resiste ningún análisis serio. Pero además porque ningún contrato de concesión estableció la obligación de transferencia de buenas prácticas administrativas y pedagógicas de los concesionados a los oficiales.

El debate público no debe centrarse en consideraciones ideológicas. Si incorporamos al sector privado en la educación pública no debería ser entregándole leoninamente infraestructura construida con recursos públicos. Y debería garantizar, por lo menos, que la distancia entre sus colegios propios y los concesionados son menos vergonzantes. Para que aspiren a ser “lo último en guaracha”.

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