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LOS MONTES DEL MIEDO

Por Antonio Sanguino

Tenemos un ministro de defensa demasiado ocupado en su temprana campaña presidencial. Quizás por ello no se ha dado cuenta que el respiro de paz y sosiego que ilusionaron a los pobladores de los Montes de María por la firma del Acuerdo de Paz entre el Gobierno y las FARC se ha esfumado en tiempos de Duque.

“Si, Marce. Fíjate lo que están haciendo así en los pueblos, acá en Bolivar. Incluso en el mío, acá donde yo vivo, traen a la gente o personas especializados en vigilancia y los riegan por todo el pueblo. Y esa gente está metiendo temor a la población porque hacen que a las 10 de la noche no haya nadie afuera, exigen que le demos un pago. Exigen una cuota y, de la nada, empezó a aparecer gente muerta.Entonces en vez de vigilar están tomando el control de la zona prácticamente”. Este es el crudo testimonio de una habitante de Turbaco, en el departamento de Bolívar que fue recogido en terreno, junto con muchos otros, por integrantes de mi UTL para un debate que preparamos sobre la situación de violencia e inseguridad en esta subregión. 

Quince municipios integran los Montes de María, ubicados en los departamentos de Bolívar y Sucre, en el Caribe Colombiano. Allí, desde los años sesenta y setenta han ocurrido las principales luchas agrarias del país y se hizo memorable la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos – ANUC, línea Sincelejo. Un entramado de conflictos sociales por la tierra y por reivindicaciones cívicas mezcladas con expresiones políticas armadas, dieron paso a negociaciones de paz con guerrillas con arraigo territorial como el Partido Revolucionario de los Trabajadores y la Corriente de Renovación Socialista – CRS, en los noventas. En esta zona, también se produjeron desmovilizaciones de estructuras paramilitares que hicieron parte del desarme de las AUC promovida por el gobierno de Álvaro Uribe. 

El entramado de conflictos sociales y territoriales no resueltos, la ausencia de un proyecto histórico integral del Estado en una región gobernada por unas élites políticas ancladas en el clientelismo, la corrupción y a alianzas con aparatos armados paramilitares, ha operado como telón de fondo para la configuración de Los Montes de María como corredor estratégico entre la ribera del Río Magdalena y el Golfo de Morrosquillo. Los mercados ilegales de cocaína y armas funcionan fluídamente entre el Sur de Bolivar, el corregimiento de Macayepo y la alta montaña del Carmen de Bolívar. Las bandas criminales usan a sus anchas la Troncal de los Montes de María que conecta con el Municipio de San Onofre para llegar finalmente al Golfo de Morrosquillo con destino a las costas mexicanas y al mercado centroamericano. 

El propósito de incumplir el Acuerdo de Paz y el fracaso de la politica de seguridad del Gobierno Duque se ha hecho sentir en los Montes de María. Desde finales del 2019, según el diario El Tiempo, el Clan del Golfo ha fortalecido su presencia en toda la región. Indepaz ha documentado una alianza entre las Autodefensas  Gaitanistas de Colombia – AGC  y la banda ‘Los Costeños’, que han fortalecido sus redes de narcotráfico y el reclutamiento masivo de jóvenes. Según la Revista Semana, en el 2020 se registra una escalada de violencia, con la ocurrencia de varias masacres como la de 8 jóvenes, el 7 de septiembre en el sector La Loma del barrio Villa María en el Carmen de Bolívar. En este municipio, los homicidios se incrementaron dramáticamente pasando de 11 en el 2018 a 22 en el 2019, según La Silla Vacía. En lo que va del 2020 se contabilizan 16 asesinatos, 4 más que el registro del año pasado para la misma fecha. Allí mismo, con corte a Agosto del 2020 y en lo corrido del Gobierno Duque se registran 37 desplazamientos de población como resultado de amenazas del Clan del Golfo. Uno de ellos ocurrió el pasado 12 de agosto cuando 37 familias de la vereda Caño Negro del Carmen de Bolivar huyeron despavoridas por la acción criminal de los neoparamilitares. 

El de Montes de María no es un caso aislado. Es el común denominador con otras regiones sometidas por la criminalidad como el sur de Córdoba, el Pacífico nariñence, el departamento del Cauca o el Catatumbo. Regiones en donde no impera el Estado de Derecho y en donde se viven las consecuencias de los incumplimientos del Acuerdo de Paz. Regiones en donde la promesa de seguridad del Gobierno está terminando en rios de sangre. Mientras tanto, el Presidente Iván Duque se sigue autocontemplando y su Ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo mantiene su empeño en ser el que diga Uribe en el 2022, con el uso de las armas del Estado.

Imagen: @ElEspectador.

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